miércoles, 7 de julio de 2010

Odio, algunas cosas las odio.


Odio pensar en lo que pudo haber pasado en el pasado. Odio cuando camino por las calles y pienso que te veo cruzar la calle. Odio cuando voy en el metro y en cada reflejo de las puertas veo tus ojos. Odio pensar en ti. Odio escuchar música que me de nostalgia.
Odio que la vida sea tan monótona y aburrida, cuando camino por las mismas calles todos los días de la semana, exceptuando los sábados y domingos. Odio vivir en aquel mundo donde solamente yo puedo entrar, pero a la vez no lo odio tanto. No puedo crear nuevas canciones si están todos mirando, no puedo caminar al cielo, ni verme en un espejo. ¿Por qué será?.
Si te vas no me importa en lo absoluto, mientras todos te vean partir, yo me haré el indiferente, me haré el confundido y disfrazare mis sentimientos con una convincente sonrisa, como siempre lo he hecho hasta ahora. ¿Qué tendría qué cambiar?, NADA, cierto?.
Me gusta estar solo y que a nadie le interese ni en lo más mínimo, es un egocentrismo mutuo.
Y finalmente odio cuando todos piensan saber lo que me pasa, cuando ellos no tienen idea de lo que hay en mi mente, llena de cosas raras nadando en un subconsciente no tan inconsciente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ame lo que escribes, me senti demasiado identificada, asi es la vida y gracias, veo que no soy la unica que siente eso en serio gracias! :) y sigue escribiendo ke te seguire leyendo.
que estes biem :)