jueves, 18 de marzo de 2010
¿Cómo olvidar?
Jajaja recuerdo que aquel día todo era perfecto, el sol brillaba sobre las montañas. el agua del rió cantaba y la pequeña cabaña junto al establo parecía contenta. Esa mañana desperté entusiasmado, me vestí rápidamente, y salí corriendo a la colina detrás de la casa, era tanta mi alegría que olvide hasta alimentarme, el sol sobre mi cabello, el olor a hierba. Corrí, corrí y corrí, desplegué los brazos de mi cuerpo y sin pensarlo me lance al césped que me llegaba hasta las rodillas, pero ocurrió algo increíble, yo esperaba golpearme con la tierra, pero me eleve, me eleve por los aires. ¡Que increíble era todo!!!, parecía uno de mis sueños, pero mejor, creí que despertaría en cualquier minuto, pero no fue así. Me leve tanto que sobre pase las nubes, me envolví en ellas y sentía como el pelo me golpeaba la cara, era algo increíble, recorrí todo el lugar, me acerque a la laguna que se encontraba por los alrededores y con mis pies toque el agua mientras que volaba sobre ella, vi como los peces saltaban y confesaban una sonrisa cómplice, aquel día fue el mejor de mi vida. Y es así que recuerdo aquel día, volé y olvide que era una persona, olvide que pasaba hambre, que me sentía solo y olvide que era un adulto, simplemente era un niño jugando a volar.
lunes, 1 de marzo de 2010
sin nombre.
Aquella noche estaba muy clara, la luna nos iluminaba, con mis amigos estábamos a las alturas de una cordillera, acampando. Mientras dormíamos algo nos remeció, el suelo se nos movía, y entre sueño y realidad sentíamos que temblaba, nos asustamos. Después de unas horas, supimos que no había sido simplemente un temblor, algo peor venia desde las profundidades de nuestra tierra, era un terremoto que sucumbió nuestra cuidad, sin comunicación, en medio de la anda nos quedamos, la noche se hizo oscura gracias a la tierra que caía por los cerros. Desesperados al otro día ordenamos nuestras cosas y nos fuimos, preocupaos por nuestros familiares y seres queridos. Llegamos a la orilla de un embalse, no lo podíamos creer, el camino estaba cortado, lleno de rocas y hoyos por todas partes, no podíamos bajar, solo nos quedaba esperar.
Al día siguiente, estábamos preocupados, no teníamos comunicación y llenos de tierra por todas partes. No podíamos asimilar lo ocurrido. Al otro día las grúas limpiaron el camino, pudimos bajar, nos sabíamos de nuestras familias, hasta llegar en un lugar donde supimos que estaban todos bien, aun que mi país era un desastre, parecía un sueño o más bien una película. Espero que el fin sea bueno.
El único contento con todo esto debe ser ella, la tierra, necesitaba un suspiro, necesitábamos un llamado de atención, una alerta presente diciéndonos "Estoy presente, no se olviden de mí".
Al día siguiente, estábamos preocupados, no teníamos comunicación y llenos de tierra por todas partes. No podíamos asimilar lo ocurrido. Al otro día las grúas limpiaron el camino, pudimos bajar, nos sabíamos de nuestras familias, hasta llegar en un lugar donde supimos que estaban todos bien, aun que mi país era un desastre, parecía un sueño o más bien una película. Espero que el fin sea bueno.
El único contento con todo esto debe ser ella, la tierra, necesitaba un suspiro, necesitábamos un llamado de atención, una alerta presente diciéndonos "Estoy presente, no se olviden de mí".
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